El cuerpo es nuestra casa, es nuestra residencia

En el Trabajo Corporal que desarrollamos tenemos en cuenta los siguientes aspectos:

  • El cuerpo (compuesto por el cuerpo físico, el cuerpo respiratorio y el cuerpo energético o sutil) es un organismo extraordinario, con la inteligencia y sabiduría necesaria para mantenerse sano y curarse de ciertas enfermedades por sí solo (a pesar de su tendencia a enfermar), si le damos los elementos que necesita: alimentación adecuada (la alimentación es nuestra medicina), ejercicio físico, descanso y el trabajo interno necesario que nos permita disolver ciertos elementos psicológicos o espirituales contaminantes. El trabajo propuesto tiene en cuenta este principio, centrándose en resolver los elementos psicológicos o espirituales que deterioran nuestra salud.
  • Por otro lado, en el cuerpo están cristalizados los traumas del pasado, en la coraza muscular. Atendiendo a la clasificación de la personalidad del Eneagrama, cada subtipo de personalidad tiene asociada una estructura corporal específica, que nos facilita identificar nuestra personalidad. Esto es fundamental, ya que para poder cambiar lo que nos mantiene repitiendo los patrones de comportamiento, necesitamos primero conocernos bien. En este trabajo centramos la atención en observar cómo funcionamos. Una vez identificamos nuestra personalidad, podemos trabajar sobre ella con el fin de disolverla lo suficiente para que nos deje de dominar. De esta forma vamos dejando de seguir y de alimentar los patrones de funcionamiento mecánicos y neuróticos para comportarnos paulatinamente de forma más consciente.
  • A su vez, según vamos profundizando en nuestro mundo interno, tanto a través del trabajo terapéutico como a través de la meditación, nos vamos encontrando con ciertos elementos y estados internos que son difíciles de manejar si no estamos bien arraigados en el cuerpo. El trabajo corporal nos ayuda en este sentido y nos facilita la integración de los procesos de crecimiento.
  • Al mismo tiempo, la expresión corporal a través del movimiento libre, del baile y de las artes marciales nos ayuda, entre otros beneficios a:
    • Soltar y disolver los patrones energéticos cristalizados en el cuerpo que nos hacen la vida más difícil.
    • Desarrollar una estructura energética corporal que integra y cuida los cambios logrados.
    • Expresarnos desde nuestra parte esencial, fin principal del trabajo propuesto.